Una tormenta de gran intensidad azotó el norte de Italia este domingo, dejando como saldo la muerte de una mujer de 63 años en la localidad de Robecchetto con Induno, al oeste de Milán. Según informaron los bomberos locales, la víctima, oriunda de San Vittore Olona, fue aplastada por un árbol de gran tamaño mientras regresaba de una caminata por una zona boscosa, acompañada de dos personas que resultaron heridas.
Los acompañantes, una mujer de 68 años y un hombre de 70, fueron trasladados al hospital en código amarillo, tras sufrir lesiones causadas por la caída del árbol en la zona rural de Cascina Induno, justo en el momento más álgido del temporal.
Los equipos de emergencia atendieron al menos 50 incidentes relacionados con la tormenta en la región, y otros 37 permanecen aún sin resolver. Los principales reportes incluyen árboles caídos, sótanos y comercios inundados, así como vallas publicitarias derribadas por los intensos vientos.
Ante la situación, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, hizo un llamado a la prudencia a través de sus redes sociales, pidiendo a los ciudadanos mantenerse alertas al menos hasta el anochecer. Aunque en la capital lombarda se registraron algunas inundaciones, las autoridades aseguraron que el río Seveso se mantenía bajo control.
El fenómeno meteorológico también afectó el transporte ferroviario. Un rayo impactó un tren en la línea Milán-Bolonia, provocando demoras superiores a una hora. La Red Ferroviaria Italiana informó que el tráfico en la línea de Alta Velocidad se encuentra ralentizado, con desvíos por la vía convencional y tiempos de viaje extendidos hasta en 60 minutos.
Los efectos del temporal se extendieron más allá de Lombardía. En la región de Véneto, fuertes lluvias y granizadas golpearon zonas de Belluno, Vicenza y áreas cercanas a los Alpes. En Vittorio Veneto, el desbordamiento del río Meschio causó inundaciones en sótanos y garajes durante la noche.
En Toscana, la tormenta derribó árboles sobre vehículos estacionados en Florencia. En Montespertoli, un rayo partió en dos un ciprés, mientras que se registraron hasta 60 milímetros de lluvia en apenas una hora. La región acumuló más de 27.000 rayos en 12 horas, siendo San Gimignano uno de los puntos más afectados, con precipitaciones intensas y repentinas.
También en Novara, en el Piamonte, se reportaron lluvias intensas y vientos fuertes, aunque sin mayores daños ni personas heridas.
Este brusco episodio de mal tiempo contrasta con la ola de calor extremo que había golpeado al norte del país en los días anteriores, con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados en algunas zonas.
Las autoridades meteorológicas habían emitido alertas naranjas para Lombardía y Véneto, así como advertencias en otras regiones, incluyendo códigos amarillos en Liguria oriental y avisos por riesgo hidráulico en Valle de Aosta, Trentino-Alto Adigio, Friuli Venezia Giulia, Toscana, gran parte del Piamonte y Emilia-Romaña.
Expertos advierten que estos eventos podrían volverse más frecuentes debido a la formación de “supercélulas” tormentosas: sistemas meteorológicos extremos que pueden alcanzar entre 10 y 12 kilómetros de altura y contener mesociclones, capaces de generar rotación dentro de las nubes. Estos fenómenos, especialmente peligrosos tras prolongadas olas de calor, representan un nuevo desafío climático para el país.
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