Las aguas del Mar Rojo volvieron a registrar un incidente audaz: un buque de bandera liberiana, de propiedad griega, sufrió un ataque combinado este domingo a unos 130 km al suroeste de la costa de Yemen, en la zona controlada por los hutíes. Según fuentes de la Oficina de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido (UKMTO) y una empresa de seguridad británica, el buque fue primero atacado con disparos y granadas autopropulsadas lanzadas desde ocho pequeñas embarcaciones. Luego, cuatro drones marinos impactaron contra su costado, provocando un incendio en la cubierta y comprometiendo la carga, aunque hasta ahora la tripulación está a salvo.
Antes del fuego, la seguridad armada del barco respondió con disparos contra los intrusos para repeler el ataque. Dos de los drones acertaron contra la estructura mientras otros dos fueron neutralizados o fallaron al impactar. El incendio aún estaba activo cuando se redactaron los primeros reportes, lo que sugiere que el incidente no había concluido.
¿Por qué se cree que los hutíes están detrás del ataque?
Los análisis de la agencia marítima británica y de la firma de seguridad coinciden: los métodos empleados, lanchas explosivas seguidas por drones, coinciden con la pauta de agresiones hutíes observadas durante los últimos meses. Aunque el grupo no emitió una reivindicación inmediata, las autoridades marítimas apuntan al patrón táctico que el grupo pro-iraní ha repetido en la región.
Este ataque se suma a una creciente lista de agresiones registradas en el Mar Rojo desde noviembre de 2023, en el contexto de la guerra en Gaza, con más de 90 buques afectados entre hundimientos, incendios y daños, algunos con tripulaciones heridas o muertas. La región estratégica, que mueve una parte crucial del comercio mundial, ha sufrido una caída drástica de tráfico debido a estas hostilidades, obligando a numerosos navíos a rodear el continente africano.
En respuesta, la Unión Europea lanzó en febrero la Operación Aspides, con mandatos defensivos, escolta a buques mercantes y apoyo en la vigilancia regional. Al mismo tiempo, Estados Unidos y Reino Unido han intensificado su presencia militar, incluyendo escoltas y ataques selectivos contra posiciones hutíes, y mantiene la llamada “Operación Guardián de la Prosperidad”.
El incidente de hoy pone nuevamente de relieve la vulnerabilidad de una de las rutas marítimas más importantes del mundo, y refuerza la urgencia de fortalecer la cooperación internacional en vigilancia, defensa y respuesta rápida para proteger a buques civiles y militares en la zona.
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