Los 133 cardenales que participarán en la elección del nuevo papa ya se encuentran en Roma, en vísperas del inicio del cónclave, previsto para este miércoles, informó este lunes el Vaticano.
La votación comenzará a las 16:30 hora local (14:30 GMT) en la Capilla Sixtina, donde los purpurados se reunirán a puerta cerrada hasta alcanzar un consenso: el próximo pontífice deberá obtener al menos dos tercios de los votos, es decir, 89 apoyos si se mantiene el actual número de electores.
De los 135 cardenales menores de 80 años con derecho a voto, dos han declinado asistir por motivos de salud, lo que reduce a 133 el total de participantes. Proceden de 71 países, conformando el cónclave más diverso geográficamente en la historia de la Iglesia.
Europa conserva el mayor peso en la elección, con 52 cardenales, luego de que un representante español anunciara que no podrá acudir. Asia, incluyendo Medio Oriente, estará representada por 23 cardenales, reflejo del creciente papel de la región en la vida eclesial. África contará con 17 electores, tras la baja de un purpurado keniano.
América del Sur tendrá 17 cardenales, varios de ellos con destacadas trayectorias pastorales. América del Norte aportará 16 votos: 10 desde Estados Unidos, 4 desde Canadá y 2 de México. Centroamérica contará con 4 representantes, mientras que Oceanía enviará también a 4 cardenales, procedentes de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y Tonga.
Mientras se afina la logística del cónclave, este lunes todo el personal vinculado al proceso —desde ceremonieros y médicos hasta ascensoristas y encargados de limpieza— deberá prestar juramento de confidencialidad. El acto se realizará a las 17:00 (15:00 GMT) en la Capilla Paulina, bajo la supervisión del camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, y tres cardenales asistentes, siguiendo lo dispuesto por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
La obligación de guardar secreto alcanza incluso a los trabajadores de floristería, técnicos y miembros de la Guardia Suiza que estarán en las inmediaciones del lugar. Tras ser instruidos sobre el contenido del juramento, deberán pronunciar y firmar una fórmula que les prohíbe revelar cualquier detalle de lo que vean o escuchen durante el cónclave.
“El juramento es a perpetuidad”, subraya el texto, que prevé la excomunión para quienes lo incumplan. Incluye además la prohibición expresa de utilizar dispositivos de grabación o transmisión de cualquier tipo durante el proceso de elección.
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