El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado la imposición de aranceles del 30% a productos importados desde México y la Unión Europea, una medida que entrará en vigor el próximo 1 de agosto. El anuncio lo hizo público a través de dos cartas difundidas en la red social Truth Social.
En sus declaraciones, Trump justificó los aranceles a México por lo que calificó como una falta de acción frente a la crisis del fentanilo. Según el mandatario, este problema tiene su origen en “el fracaso de México para detener a los cárteles”, a los que describió como “las personas más despreciables que jamás hayan pisado la Tierra”.
“México me ha ayudado a mantener la frontera segura, PERO lo que ha hecho no es suficiente”, afirmó Trump. “Aún no han detenido a los cárteles que quieren convertir toda Norteamérica en un patio del narcotráfico. Evidentemente, no puedo permitir que eso ocurra”.
El nuevo arancel será general del 30%, con impuestos adicionales para sectores específicos. Además, advirtió que los productos que intenten evadir estos gravámenes podrían enfrentar tarifas aún más elevadas.
Trump también dejó la puerta abierta para las empresas mexicanas interesadas en instalar operaciones dentro de Estados Unidos, señalando que no habrá aranceles para los productos fabricados dentro del país. “Haremos todo lo posible para que esas solicitudes se aprueben de forma rápida, profesional y rutinaria en cuestión de semanas”, dijo.
El mandatario estadounidense advirtió que si México responde con medidas similares, cualquier aumento será sumado al 30% ya anunciado. Esta decisión representa un aumento respecto al 25% aplicado anteriormente a productos mexicanos, aunque los bienes cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) seguirán exentos.
Canadá también recibió una notificación similar, en la que se fijaron aranceles del 35% a sus exportaciones hacia Estados Unidos.
En el caso de la Unión Europea, el gravamen del 30% representa un incremento frente al 20% anunciado por Trump en abril, durante negociaciones con el bloque. Bruselas y otras economías ya anticipaban un aumento arancelario desde una base del 10% para mediados de la semana pasada, pero el gobierno estadounidense extendió el plazo hasta el 1 de agosto.
Desde inicios de esta semana, Trump ha enviado cartas a más de 20 países detallando los nuevos aranceles que aplicará a sus productos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la medida como perjudicial y expresó su preocupación por el impacto en las cadenas de suministro transatlánticas. “Imponer aranceles del 30% sobre las exportaciones de la UE alteraría las cadenas de suministro esenciales, en detrimento de empresas, consumidores y pacientes a ambos lados del Atlántico”, advirtió en un comunicado.
A pesar del tono crítico, von der Leyen reiteró la disposición del bloque a seguir negociando: “Seguimos dispuestos a trabajar por un acuerdo antes del 1 de agosto. Pero tomaremos todas las medidas necesarias para proteger los intereses de la UE, incluyendo contramedidas proporcionales si es necesario”.
Por su parte, el gobierno de México calificó la decisión como “un trato injusto”. Según un comunicado conjunto de las secretarías de Economía y de Relaciones Exteriores, el tema fue abordado en una reunión bilateral celebrada el viernes en Estados Unidos. “Mencionamos en la mesa que era un trato injusto y que no estábamos de acuerdo”, señalaron las autoridades mexicanas.
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