Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron este sábado haber tomado el control del espacio aéreo desde el oeste de Irán hasta Teherán, en una operación militar que marca un nuevo punto de inflexión en la escalada de tensiones entre ambos países. Según el general de brigada Effie Defrin, más de 70 aviones de combate participaron en el ataque nocturno sobre la capital iraní, en lo que describió como la incursión más profunda realizada por la aviación israelí hasta la fecha.
Durante la operación, que se extendió por cerca de dos horas y media, se atacaron al menos 40 objetivos estratégicos, incluyendo sistemas de defensa aérea y otros activos clave. “Decenas de aviones volaron libremente sobre Teherán gracias al golpe inicial que neutralizó las defensas aéreas iraníes”, señaló Defrin, quien subrayó que «Teherán ya no es un bastión invulnerable. La capital está ahora expuesta a nuestros ataques».
La ofensiva israelí ha tenido un impacto inmediato en el panorama diplomático. El régimen iraní anunció que, tras los bombardeos, considera rotas las bases para continuar cualquier tipo de diálogo con Estados Unidos respecto a su programa nuclear. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqaei, afirmó que “la otra parte ha hecho algo que ha vaciado de sentido las conversaciones”.
En declaraciones al Tehran Times, Baqaei acusó a Washington de complicidad directa en la ofensiva. “No se puede negociar mientras se reparten responsabilidades y se permite que un régimen genocida ataque la integridad territorial de Irán”, afirmó, aludiendo al respaldo que, según Teherán, el presidente estadounidense Donald Trump habría dado a la operación israelí.
El vocero calificó el ataque como un “crimen que sobrepasa todos los límites” y consideró “inconcebible” que Israel haya actuado sin la aprobación previa de Estados Unidos. A pesar de ello, reconoció que la postura definitiva de Irán respecto a las conversaciones nucleares será decidida el domingo. “Está claro que Israel buscaba sabotear el proceso diplomático. Su intención ha sido siempre arrastrar a las potencias occidentales al conflicto regional, y parece que esta vez lo ha logrado”, apuntó.
La ofensiva también repercutió en el terreno diplomático regional. Hasta el jueves, Omán se perfilaba como anfitrión de una quinta ronda de negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, según anunció el ministro de Exteriores omaní, Badr al Busaidi. Sin embargo, tras el ataque israelí, Mascate ha guardado silencio sobre el futuro de esas conversaciones.
Al Busaidi condenó firmemente la acción militar israelí, a la que calificó de “ilegal, injustificable y una seria amenaza para la estabilidad regional”. A través de su cuenta oficial en X, el diplomático hizo un llamado a la comunidad internacional para que rechace “la agresión israelí” y respalde “la diplomacia y la distensión con una sola voz”.
Aunque desde Teherán no se ha confirmado oficialmente si participará en la reunión prevista para este domingo, todo parece indicar que el ataque israelí ha alterado drásticamente el ya frágil equilibrio diplomático en la región.
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