Todo iba según lo previsto la mañana del pasado 3 de junio. El vuelo de American Airlines procedente de Filadelfia se acercaba a su destino: el aeropuerto de Nápoles. Pero cuando faltaban apenas 70 millas para aterrizar, los pasajeros recibieron una noticia inesperada: no llegarían a Nápoles, sino a Roma.
El motivo era tan simple como sorprendente: el avión era demasiado largo para el aeropuerto napolitano. Literalmente. Dos metros de más bastaron para obligar al Boeing 787-9 a desviarse a la capital italiana.
La diferencia entre aterrizar o no reside en una medida muy concreta: la Categoría 8 RFFS (siglas en inglés de «Rescue and Fire Fighting Services») que clasifica a los aeropuertos según su capacidad de respuesta ante emergencias. Esta categoría permite operar aeronaves de hasta 61 metros de longitud. El Boeing 787-9, sin embargo, mide 63.
El modelo en cuestión forma parte de la familia Dreamliner, junto con el 787-8 (57 metros de largo) y el 787-10 (68 metros). Aunque todos comparten la misma envergadura —60 metros—, la diferencia de longitud entre las versiones implica distintas exigencias técnicas para los aeropuertos. Nápoles puede recibir al 787-8, pero no al 787-9, que exige una categoría superior: la RFFS 9, válida para aviones de hasta 76 metros.
Desde el verano pasado, American Airlines opera la ruta Filadelfia-Nápoles con un 787-8, modelo especificado expresamente en comunicados del propio aeropuerto. Sin embargo, por razones operativas, la aerolínea decidió enviar en esta ocasión un 787-9, sin tener en cuenta que Nápoles no está preparado para recibirlo. Resultado: desvío forzoso a Roma.
Una vez en tierra, los 231 pasajeros y 11 tripulantes fueron informados de que completarían el trayecto en autobús —en un viaje de entre dos y tres horas— o en vuelos de conexión operados por ITA Airways. La aerolínea pidió disculpas alegando “limitaciones operacionales” como causa del desvío.
Según recoge CBS, los pasajeros sólo recibieron un escueto comunicado con disculpas por la interrupción del viaje. Poco consuelo para quienes vieron alterados sus planes… por dos metros de más.
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