Las intensas lluvias que azotan Nigeria han dejado al menos 150 muertos en la ciudad comercial de Mokwa, un enclave estratégico donde agricultores del norte venden sus productos a comerciantes del sur. Las autoridades advirtieron que el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas, mientras continúan las labores de rescate y recuperación.
Hasta el momento, la Agencia Nigeriana de Servicios Hidrológicos no ha publicado datos oficiales sobre la cantidad de precipitación acumulada desde la medianoche del jueves, aunque los testimonios y las imágenes difundidas en redes sociales dan cuenta de la magnitud del desastre: barrios enteros sumergidos, viviendas cubiertas hasta los techos y residentes luchando contra el agua a la altura del pecho para rescatar a familiares y recuperar pertenencias.
“El daño es incalculable. Hemos perdido muchas vidas, propiedades y productos agrícolas. Quienes tenían almacenes los han perdido por completo”, relató Kazeem Muhammed, residente de Mokwa, una de las zonas más afectadas.
La región norte del país, que suele enfrentar prolongadas sequías agravadas por el cambio climático, experimenta durante la corta temporada de lluvias un fenómeno extremo: precipitaciones repentinas e intensas que provocan inundaciones devastadoras.
Ibrahim Audu Husseini, portavoz de la Agencia Estatal de Emergencias, confirmó que, además de los fallecidos contabilizados, siguen llegando más cuerpos aún sin identificar.
El líder comunitario Aliki Musa expresó su desconcierto ante la fuerza del fenómeno: “Antes, las inundaciones eran estacionales. Ahora parece una agua espiritual, como si no volviera a suceder en otros 20 años”.
Frente a esta situación, Jibril Muregi, presidente del gobierno local de Mokwa, subrayó la necesidad urgente de construir infraestructuras para el control de inundaciones. “Estas obras son vitales para reducir los riesgos futuros y proteger tanto vidas como bienes”, afirmó.
Las lluvias de este año se suman a una creciente preocupación por los impactos del clima extremo en el país. En septiembre pasado, lluvias torrenciales y el colapso de una presa en Maiduguri, al noreste, dejaron al menos 30 muertos y millones de desplazados, profundizando la ya crítica situación humanitaria causada por el conflicto con el grupo insurgente Boko Haram.
Leave a comment