España trabaja contrarreloj para recuperar la normalidad tras el apagón “excepcional” que este lunes dejó sin luz a todo el país. A la par, las autoridades intentan esclarecer las causas de un colapso eléctrico sin precedentes, que provocó el primer “cero absoluto” energético de la historia nacional. “No tenemos pruebas concluyentes sobre el origen, pero no descartamos ninguna hipótesis”, declaró esta tarde el presidente Pedro Sánchez en su primera comparecencia tras la crisis.
El Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ya se encuentra investigando el incidente. Según confirmaron fuentes del CCN a Servimedia, días antes del apagón se detectó una “gran actividad inusual procedente del Norte de África”. Sin embargo, fuentes del CNI consultadas por Infobae España pidieron prudencia antes de sacar conclusiones apresuradas y señalaron que esa actividad no provino de Marruecos.
La investigación se centra en el fallo que, a las 12:33 horas del lunes, provocó la desaparición de 15 gigavatios —el 60% de la demanda eléctrica en ese momento— en apenas cinco segundos. Desde Moncloa calificaron el suceso como algo “muy llamativo” y “extraño”, un evento “que no había ocurrido jamás”.
Las pesquisas analizan si existe relación entre el apagón y la actividad detectada en el Norte de África, especialmente dado el contexto de alerta por posibles ciberamenazas contra las infraestructuras de España y Portugal. Una de las hipótesis manejadas, según Servimedia, apunta a un posible ataque de denegación de servicio (DDoS) combinado con inyecciones de comandos maliciosos en protocolos de comunicación industriales (IE). No obstante, las fuentes insisten en que es demasiado pronto para confirmar si se trató de un ciberataque. Otra línea de investigación contempla un “fallo multicausal” entre las redes eléctricas de España y Francia. En cualquier caso, las autoridades advierten de que determinar la causa exacta podría tomar meses.
En un contexto de creciente tensión global, Pedro Sánchez recordó recientemente que “los enemigos de Europa no solo usan misiles y tanques para agredirnos; también recurren a las redes sociales para desinformar, polarizar a la población y lanzar ciberataques articulados con inteligencia artificial para comprometer nuestras comunicaciones, servicios públicos y nuestra forma de vida”.
España se ha convertido en los últimos meses en uno de los principales objetivos de ciberataques, debido en parte a su posicionamiento ante los conflictos en Ucrania y Gaza.
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