Más de un centenar de organizaciones de ayuda internacional advirtieron este miércoles sobre la rápida propagación de una «hambruna masiva» en la Franja de Gaza, donde incluso sus propios trabajadores están sufriendo los efectos extremos de la escasez.
La grave situación ha incrementado la presión internacional sobre Israel, en medio de una crisis humanitaria que golpea a más de dos millones de personas tras 21 meses de conflicto.
Aunque Israel comenzó a flexibilizar parcialmente el bloqueo que impuso durante más de dos meses, a finales de mayo, las necesidades básicas de la población siguen sin ser cubiertas. La ayuda entra a cuentagotas, y muchas personas mueren mientras intentan acceder a los limitados puntos de distribución.
En un comunicado firmado por 111 organizaciones —entre ellas Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Oxfam—, los grupos alertaron: “Nuestros colegas y quienes dependen de nosotros se están consumiendo. Mientras el asedio israelí mata de hambre a la población de Gaza, los trabajadores humanitarios hacen fila por comida, arriesgando incluso su vida para alimentar a sus familias”.
Las organizaciones pidieron con urgencia un alto el fuego negociado, la apertura de todos los cruces terrestres y un flujo libre de ayuda a través de mecanismos dirigidos por Naciones Unidas.
El llamado coincide con el anuncio de Washington sobre una nueva misión diplomática. El enviado estadounidense Steve Witkoff viajará esta semana a Europa y podría continuar hacia Medio Oriente. Según informó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, Witkoff parte con la expectativa de impulsar un nuevo alto el fuego y habilitar un corredor humanitario aceptado por ambas partes.
Mientras tanto, la ONU reveló que más de mil palestinos han muerto al intentar obtener alimentos desde que entró en operación, a finales de mayo, la Fundación Humanitaria de Gaza —una iniciativa respaldada por EE. UU. e Israel—, que ha desplazado el sistema de distribución liderado por la ONU.
Israel sostiene que está permitiendo la entrada de ayuda humanitaria y acusa a Hamás de manipular el sufrimiento civil, robando alimentos para revenderlos a precios exorbitantes o atacando a quienes esperan asistencia. Sin embargo, las ONG denuncian que toneladas de suministros permanecen varadas en las afueras del enclave o incluso dentro de él, sin poder ser entregadas por restricciones de acceso.
“Los palestinos viven atrapados entre la esperanza y la desesperación, esperando asistencia o un cese al fuego, solo para despertar cada día en condiciones aún peores”, señalaron los firmantes. “Esto no es solo un sufrimiento físico, sino también psicológico. La supervivencia se ha vuelto un espejismo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este miércoles sobre un aumento alarmante de la desnutrición en Gaza, que ya ha cobrado la vida de 21 niños menores de cinco años en lo que va del 2025. Los centros de tratamiento están desbordados y carecen de insumos esenciales para enfrentar la emergencia, agravada por el colapso de las rutas de ayuda y las restricciones al acceso humanitario.
Desde marzo, cuando Israel interrumpió por completo el suministro al territorio, las reservas de alimentos se han agotado. Aunque el bloqueo se levantó parcialmente en mayo, la ayuda sigue siendo insuficiente.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que su agencia no pudo entregar alimentos durante casi 80 días entre marzo y mayo, y advirtió que las entregas actuales siguen siendo muy inferiores a las necesidades reales.
“Los 2,1 millones de personas atrapadas en Gaza enfrentan una nueva causa de muerte, además de las bombas y las balas: la hambruna. Estamos presenciando un aumento letal de enfermedades vinculadas a la desnutrición”, subrayó Ghebreyesus.
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