El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió con firmeza a las recientes sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump contra ocho magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF), calificándolas como una violación a los principios de respeto y soberanía entre naciones.
A través de un comunicado emitido este sábado 19 de julio, Lula rechazó la decisión de Washington de restringir el visado a los jueces implicados en el juicio por intento de golpe de Estado contra el expresidente Jair Bolsonaro. “Ningún tipo de intimidación o amenaza, venga de quien venga, comprometerá la misión esencial de nuestras instituciones: defender y preservar el Estado Democrático de Derecho”, afirmó el mandatario.
El líder brasileño subrayó que la interferencia extranjera en los asuntos internos de la justicia nacional es “inaceptable” y representa una afrenta a los valores fundamentales que rigen las relaciones internacionales.
Las declaraciones de Lula se producen en medio de un aumento de tensiones diplomáticas con Estados Unidos. El viernes, la ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, confirmó que Trump ordenó sanciones contra el juez Alexandre de Moraes —relator del caso contra Bolsonaro—, su familia y otros siete magistrados: Luis Roberto Barroso, Dias Toffoli, Cristiano Zanin, Flavio Dino, Carmen Lúcia, Edson Fachin y Gilmar Mendes.
A la lista se suma también el fiscal general Paulo Gonet, según informó Jorge Messias, procurador general de la República. En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), Messias advirtió que el poder judicial brasileño no se dejará amedrentar por “maniobras indebidas” ni por “actos conspirativos”, y denunció la medida como una “revocación arbitraria” de visas contra funcionarios que cumplen con su deber constitucional.
Las medidas del gobierno estadounidense se conocieron poco después de que el juez Moraes impusiera restricciones a Bolsonaro, incluyendo el uso de tobillera electrónica y reclusión domiciliaria nocturna y durante los fines de semana, en el marco de una investigación por supuestos intentos de presión a EE.UU. para que sancionara a Brasil.
Desde la Casa Blanca, Trump ha calificado el proceso judicial contra Bolsonaro como una “cacería de brujas”, en alusión a lo que él mismo ha denunciado en sus propios procesos judiciales. La semana pasada, el expresidente norteamericano también anunció un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, en una decisión que vinculó directamente con su rechazo al juicio contra el exmandatario de ultraderecha.
Jair Bolsonaro enfrenta cargos por conspiración golpista ante el Supremo brasileño. Se le acusa de haber intentado impedir la toma de posesión de Lula en enero de 2023, tras su derrota en las elecciones de octubre de 2022. Aunque niega haber liderado un intento de golpe, el exmandatario ha admitido haber participado en reuniones destinadas a revertir el resultado electoral.
De acuerdo con la Fiscalía, el plan antidemocrático culminó con el ataque del 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes radicales invadieron las sedes de los tres poderes del Estado con la intención de provocar una insurrección militar.
El Supremo Tribunal ya ha recibido los alegatos finales de la acusación y ha dado plazo a los imputados para presentar sus últimas defensas. El juicio oral comenzará en los próximos meses, y se espera que las sentencias sean dictadas entre septiembre y octubre.
Leave a comment