La controversia sobre cómo la administración de Donald Trump ha manejado los archivos relacionados con Jeffrey Epstein dio un nuevo giro este jueves, en medio de crecientes presiones por parte del público y legisladores para que se divulguen los documentos prometidos sobre el caso de tráfico sexual que involucra al fallecido financista y antiguo amigo del ahora presidente.
El detonante más reciente fue un reportaje de The Wall Street Journal, que reveló la existencia de una carta de tono sexual supuestamente firmada por Trump y incluida en un álbum de cumpleaños para Epstein en 2003. El presidente negó rotundamente haber escrito la carta, calificándola de “falsa, maliciosa y difamatoria”, y anunció que demandará al diario.
La carta, presuntamente recopilada por Ghislaine Maxwell —la socialité británica condenada por colaborar con Epstein en la captación de menores—, contenía un mensaje sugestivo enmarcado por el dibujo de una figura femenina desnuda. “Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto”, se leía en el texto. Aunque el medio describió el contenido, no publicó una imagen completa de la carta.
La publicación agravó el descontento entre los aliados de Trump, algunos de los cuales llevan años promoviendo la teoría de un encubrimiento gubernamental para proteger a figuras poderosas vinculadas con Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras esperaba ser juzgado por cargos federales de tráfico de menores.
En días recientes, Trump había criticado como “débiles” a los seguidores que exigían la liberación total de los archivos del caso. Incluso llegó a afirmar, sin aportar pruebas, que los documentos podrían haber sido manipulados por los demócratas. También ha defendido a su secretaria de Justicia, Pam Bondi, quien se retractó públicamente de declaraciones anteriores sobre la existencia de una supuesta “lista de clientes” de Epstein pertenecientes a la élite.
Pese a su promesa de encabezar un gobierno “transparente”, la Casa Blanca ha enfrentado crecientes cuestionamientos sobre por qué los documentos relacionados con Epstein siguen sin ver la luz. La presión llevó a Trump a cambiar de postura el jueves, ordenando a Bondi que busque la manera de hacer públicos algunos archivos.
El viernes, Bondi anunció que solicitará autorización judicial para divulgar información del gran jurado, aunque aclaró que la decisión final dependerá de un juez. Ni ella ni Trump ofrecieron detalles sobre otras pruebas reunidas en la investigación federal, que Bondi confirmó la semana pasada no serán divulgadas.
El vicepresidente JD Vance también arremetió contra The Wall Street Journal por la publicación. “¿Dónde está esta carta? ¿Nos sorprendería saber que nunca nos la mostraron antes de publicarla? ¿Alguien cree honestamente que eso suena como Donald Trump?”, escribió en X (antes Twitter), y agregó que el periódico “debería avergonzarse”.
La tensión se incrementó luego de que el Departamento de Justicia comunicara que no liberará más pruebas relacionadas con Epstein, a pesar de los compromisos previos de Bondi. La decisión no sólo desató críticas entre los seguidores de Trump, sino que también provocó un acalorado enfrentamiento entre Bondi y el subdirector del FBI, Dan Bongino, en la Casa Blanca, del que ningún funcionario ha hablado públicamente.
Hasta ahora, el Departamento no ha entregado un informe completo que explique el cambio de postura, a pesar de que meses atrás Bondi distribuyó carpetas rotuladas como “Archivos Epstein: Fase 1” con el lema “el gobierno más transparente” entre líderes conservadores del círculo presidencial. Esta semana, la secretaria de Justicia evitó responder preguntas de la prensa sobre el caso y sobre su vínculo con Bongino.
La saga Epstein sigue siendo una fuente de tensión interna para el gobierno de Trump, que no ha logrado cerrar una historia que sigue resonando tanto por su contenido explosivo como por las promesas incumplidas de transparencia.
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