Las lluvias torrenciales que comenzaron a intensificarse el miércoles han provocado una emergencia nacional en Corea del Sur, con especial impacto en la provincia de Chungcheong del Sur, situada a unos 100 kilómetros al sur de Seúl. La situación se tornó crítica en la ciudad costera de Seosan, donde se registró un volumen de 114,9 milímetros por hora, el más alto desde que existen registros meteorológicos en 1904, según informó la Administración Meteorológica surcoreana a la agencia AFP.
En menos de 24 horas, Seosan acumuló más de 400 milímetros de precipitaciones, lo que desencadenó el desbordamiento de ríos, la inundación de carreteras y vías férreas, y dejó decenas de vehículos bajo el agua. La intensidad de las lluvias —que, según los expertos, solo ocurre una vez cada 100 años— ha puesto en jaque la infraestructura urbana y movilizado a los equipos de emergencia.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado al menos tres víctimas mortales. Uno de los fallecidos, un conductor, murió en la localidad de Osan, a unos 50 kilómetros de Seúl, cuando un muro de 10 metros colapsó y aplastó su vehículo. Las otras dos víctimas son hombres mayores: uno fue arrastrado por la corriente y el otro fue encontrado sin vida en un apartamento inundado en Seosan.
Más de 1.000 personas han sido evacuadas por precaución, informó el Ministerio del Interior. En las localidades de Seosan y Buyeo, al menos dos personas resultaron heridas. Mientras tanto, en Seúl y zonas cercanas, los arroyos desbordados y la caída de árboles provocaron cortes de vías y evacuaciones preventivas.
La Oficina de Control de Inundaciones del río Han emitió una alerta para el arroyo Dorim, especialmente en el puente Sindebang 1, ubicado en el barrio de Sillim, en el distrito de Gwanak, al sur de la capital.
Además de las inundaciones, se han reportado deslizamientos de tierra en distintas zonas de las provincias de Chungcheong del Sur y del Norte. Las autoridades temen que, si las lluvias continúan con la intensidad pronosticada, aumente el riesgo de desastres naturales adicionales.
La Agencia Meteorológica Nacional ha advertido que las precipitaciones se mantendrán durante el viernes, con especial intensidad en el sur del país. En zonas montañosas y costeras podrían acumularse hasta 300 milímetros más, lo que prolongaría la situación de emergencia hasta el sábado.
Aunque julio suele ser temporada de monzones en Corea del Sur, la magnitud de las lluvias registradas esta semana ha superado ampliamente los promedios históricos. “Tres zonas de la provincia experimentaron niveles récord de precipitación en cuestión de días”, señaló un portavoz meteorológico.
Las autoridades han pedido a la población mantenerse en alerta y seguir las recomendaciones de seguridad ante el riesgo de nuevos deslizamientos e inundaciones súbitas. Mientras tanto, los equipos de rescate continúan trabajando contrarreloj para atender a los damnificados y prevenir más tragedias.
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