La industria de los videojuegos atraviesa una transformación profunda, marcada por la creciente influencia de la inteligencia artificial (IA) y una oleada de despidos que afecta incluso a gigantes del sector como Microsoft. Aunque la compañía continúa registrando cifras récord de ingresos, su estrategia actual ha generado controversia por priorizar la automatización sobre el talento humano.
Uno de los casos más sonados es el despido reciente de 9.000 empleados, incluidos desarrolladores que trabajaban en títulos como Perfect Dark y Everwild. Según un extrabajador de la compañía que habló con Endgadget bajo condición de anonimato este 3 de julio, Microsoft estaría buscando reemplazar la mayor cantidad posible de personal por agentes de IA. «Xbox, en general, está rezagada en el desarrollo de juegos, lo que genera una gran pérdida de tiempo y recursos. Están haciendo todo lo posible por sustituir tantos puestos como puedan con IA», afirmó.
La apuesta de Microsoft por la inteligencia artificial no es nueva. La empresa no solo ha creado una división específica para gaming, sino que también se ha consolidado como uno de los principales inversores globales en esta tecnología, con la clara intención de integrarla en todas sus áreas, incluido el desarrollo de videojuegos.
La compañía ha defendido su decisión asegurando que la reestructuración afecta a menos del 4% de su plantilla global y que forma parte de un proceso de optimización para mantenerse competitiva en el mercado. Sin embargo, los números cuentan otra historia: en menos de dos años, Microsoft ha despedido a cerca de 11.600 empleados de su división de videojuegos. Las cifras se distribuyen en tres rondas principales: 1.900 en enero de 2024 (según Expansión), 650 en septiembre del mismo año (confirmado por Reuters) y los recientes 9.000 en 2025 (Financial Times).
Estas medidas han generado preocupación dentro de la industria y entre los aficionados, especialmente por la cancelación de proyectos prometedores y el creciente temor de que la IA reemplace al trabajo humano. Aunque Microsoft sostiene que sus decisiones buscan asegurar el futuro de la empresa, muchos se preguntan si ese futuro tiene espacio para los desarrolladores que han sido pieza clave en su éxito.
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