Seis ciudadanos estadounidenses fueron detenidos este viernes en la isla surcoreana de Gwanghwa por intentar lanzar al mar 1.600 botellas de plástico con arroz, dólares y biblias, con el objetivo de que llegaran a Corea del Norte. La operación, frustrada por la Policía local, se produce en un momento delicado, mientras el nuevo Gobierno socialdemócrata del presidente Lee Jae-myung busca reducir las tensiones con el régimen de Kim Jong-un.
Según declaró un agente bajo condición de anonimato, los detenidos pretendían que las botellas, arrojadas desde esta isla cercana a Seúl y situada frente a la costa norcoreana, fueran arrastradas por la marea hasta su destino. Otro funcionario confirmó las detenciones, aunque no ofreció detalles adicionales ni precisó si alguno de los implicados había participado en acciones similares anteriormente.
El envío de material hacia Corea del Norte, ya sea mediante botellas flotantes o globos aerostáticos, ha sido durante años una fuente constante de fricción en la península. Estos paquetes suelen contener desde panfletos propagandísticos hasta textos religiosos, lo que ha provocado reacciones virulentas por parte del régimen norcoreano. El año pasado, como respuesta, Pyongyang envió globos cargados de desechos a territorio surcoreano.
En 2023, el Tribunal Constitucional surcoreano derogó una polémica ley aprobada en 2020 que prohibía estas prácticas, al considerar que vulneraba el derecho a la libertad de expresión. No obstante, la actual Administración ha mostrado su intención de frenarlas invocando leyes de seguridad pública, argumentando que podrían poner en riesgo la estabilidad regional y la seguridad de quienes viven cerca de la frontera.
El pasado 14 de junio, otro activista fue arrestado en Gwanghwa por lanzar globos hacia el norte. El presidente Lee, que asumió el cargo este mes, ha prometido retomar el diálogo con Pyongyang y reactivar los esfuerzos de reconciliación. Entre sus primeras medidas figura la suspensión de los mensajes propagandísticos por megafonía dirigidos a Corea del Norte. Desde entonces, no se han registrado emisiones similares por parte del régimen norcoreano.
Pese a estos gestos, las perspectivas de una distensión inmediata siguen siendo inciertas. Corea del Norte anunció el año pasado que cortaba todos los lazos con Seúl y abandonaba su objetivo histórico de una reunificación pacífica. El diálogo intercoreano permanece estancado desde 2019, cuando fracasaron las negociaciones de desnuclearización entre Pyongyang y Washington.
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