Un comité bipartidista del Congreso de Estados Unidos ha señalado a la empresa china de inteligencia artificial DeepSeek como una “amenaza profunda” para la seguridad nacional, al acusarla de colaborar con el Ejército Popular de Liberación (EPL) y evadir los controles de exportación tecnológicos impuestos por Washington.
Según un informe del Comité Selecto de la Cámara sobre el Partido Comunista Chino, publicado en abril, DeepSeek estaría desviando datos de usuarios estadounidenses hacia Pekín y operando con tecnología de semiconductores sujeta a restricciones. El documento advierte que estas prácticas alimentan la creciente preocupación del gobierno federal sobre el avance acelerado de China en capacidades de inteligencia artificial.
La investigación, citada por Homeland Security Today, reveló que la empresa mantiene lazos directos con el EPL. Datos proporcionados por la firma de análisis Exiger indican que investigadores de DeepSeek han participado en al menos 396 proyectos de IA financiados por el Ejército chino, incluyendo trabajos relacionados con armamento nuclear.
Además, el modelo de IA R1, desarrollado por DeepSeek, ya se utiliza en hospitales militares para planificación de tratamientos y diagnóstico, y ha sido implementado por la Policía Armada del Pueblo en tareas de seguridad interna.
El informe del comité acusa a DeepSeek de canalizar información personal de ciudadanos estadounidenses a través de una infraestructura digital conectada a una empresa militar china, previamente identificada como una entidad de riesgo por el gobierno estadounidense.
En respuesta a estas revelaciones, diversas agencias federales han tomado medidas para restringir el uso de productos vinculados a la compañía. En enero, el Departamento de Defensa bloqueó la aplicación en sus sistemas, una decisión replicada por otras entidades públicas. La NASA prohibió expresamente el uso de herramientas de DeepSeek que procesen datos sensibles de la agencia, mientras que la Marina de Estados Unidos impuso una restricción total a su personal, citando riesgos de seguridad y consideraciones éticas.
En el plano estatal, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, abrió una investigación en febrero sobre las prácticas de privacidad de la empresa, calificándola como “un instrumento del Partido Comunista Chino para socavar la supremacía estadounidense en inteligencia artificial”. Paralelamente, legisladores de ambos partidos han promovido iniciativas para vetar el uso de software de DeepSeek en dispositivos oficiales.
La polémica también ha alcanzado al sector privado. OpenAI ha acusado públicamente a DeepSeek de usar métodos ilícitos para entrenar sus modelos, incluyendo la evasión de salvaguardas para acceder a capacidades avanzadas de sistemas desarrollados en EE. UU. En una carta dirigida a la Casa Blanca, la firma advirtió que, si bien Estados Unidos aún mantiene una ventaja tecnológica, “esa ventaja no es insuperable y se está reduciendo”.
Fundada en 2023 por Liang Wenfeng, exejecutivo de fondos de cobertura, DeepSeek ha emergido como un actor de peso en el mercado global de IA. La empresa sostiene que su modelo R1 compite con las plataformas más avanzadas de EE. UU., pese a haber sido entrenado con solo seis millones de dólares, una fracción del presupuesto destinado al desarrollo del GPT-4 de OpenAI, que ascendió a 100 millones.
Esta diferencia de inversión ha despertado sospechas sobre posibles accesos irregulares a tecnologías restringidas o el uso no autorizado de datos. Hasta el momento, DeepSeek no ha emitido comentarios ante las acusaciones formuladas por el Congreso ni frente a las acciones tomadas por agencias federales.
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