El Templo Satánico de Iowa presentó este martes una queja formal en la que acusa a funcionarios estatales de discriminar a sus miembros por motivos religiosos, luego de que se les negara el uso del Capitolio estatal para realizar una exhibición y evento festivo en diciembre de 2024.
La controversia tiene raíces en un incidente ocurrido en 2023, cuando la exhibición del grupo —que incluía una figura de la deidad con cuernos Baphomet— fue destruida por un hombre proveniente de Mississippi. Aquel montaje, que compartía espacio en la rotonda del Capitolio con un árbol de Navidad y otras decoraciones religiosas, atrajo la atención nacional.
Este año, las autoridades rechazaron la nueva solicitud del Templo para una instalación similar, decisión que la organización considera una violación tanto a los derechos constitucionales de sus miembros como a la ley de derechos civiles de Iowa.
La gobernadora del estado, Kim Reynolds, defendió la decisión en un comunicado, argumentando que las políticas del Capitolio están pensadas para proteger a niños y familias que visitan regularmente el edificio. “Este evento satánico, dirigido específicamente a los niños, habría sido perjudicial para los menores y por eso fue denegado”, sostuvo.
El Departamento de Servicios Administrativos, encargado de gestionar el uso de los espacios públicos del Capitolio y dirigido por Adam Steen —quien también figura en la queja— no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La denuncia fue presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Iowa en nombre de Mortimer Adramelech, ministro de la congregación local del Templo Satánico. Según la directora legal de la ACLU en el estado, Rita Bettis Austen, este es el primer paso obligatorio antes de presentar una demanda formal por discriminación en los tribunales. La organización espera que el reclamo lleve a las autoridades a revertir su decisión.
Además, en abril la ACLU demandó a la oficina de la gobernadora por supuestamente censurar o retener documentos públicos relacionados con el evento satánico, amparándose en el privilegio ejecutivo.
El Templo Satánico, con sede en Salem, Massachusetts, fue fundado en 2013 y se define como una organización religiosa no teísta que promueve el secularismo. Aclara que no adora a Satanás y que no tiene vínculos con la Iglesia de Satán, fundada en los años 60.
En la queja, el grupo sostiene que Steen justificó la negativa señalando preocupaciones sobre disfraces que incluían palos que “podrían ser usados como armas contra niños” y que daban la impresión de un evento “perjudicial para menores”. Sin embargo, el Templo califica estas objeciones como “absurdas e infundadas”, asegurando que su solicitud especificaba que la actividad sería apta para toda la familia.
La documentación obtenida a través de registros abiertos, según la organización, sugiere que la oficina de la gobernadora y el director Steen estaban coordinando activamente una estrategia de respuesta.
“La verdad simple es que el Estado de Iowa no quiere otorgar a los satanistas el mismo acceso al Capitolio estatal que se brinda a otras religiones ‘convencionales’, especialmente al cristianismo, y más aún durante la temporada navideña”, concluye la queja.
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