La selección boliviana de fútbol vivió una noche de incertidumbre y tensión en Venezuela, luego de que el régimen de Nicolás Maduro impidiera, sin brindar explicaciones oficiales, la salida del vuelo chárter que debía trasladar a la delegación de regreso a Bolivia desde el aeropuerto de Maturín.
Cerca de la medianoche, jugadores y cuerpo técnico se vieron obligados a abandonar el aeropuerto y regresar al hotel, tras horas de espera sin obtener la autorización necesaria para despegar. La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) confirmó que la delegación contaba con toda la documentación en regla, pero aun así, las autoridades venezolanas negaron el permiso de vuelo.
El técnico Oscar Villegas reconoció que la situación no fue del todo sorpresiva: “Ya lo sabíamos. Hace una semana hablamos con el ministro de Gobierno y le pedimos que intercediera con el gobierno venezolano para evitar este tipo de trabas”, reveló. También remarcó la importancia de que los jugadores puedan descansar lo antes posible, tanto en Venezuela como en su retorno a Bolivia, ante la carga emocional y física provocada por el episodio.
Desde el área de logística y seguridad, Harold Howard fue más contundente al calificar el hecho como un acto hostil y de sabotaje. “Dicen que hay mucho tráfico aéreo, cuando apenas había dos aviones aterrizando”, denunció.
La situación se prolongó hasta la madrugada del sábado. A las 2:00 a.m., la FBF informó que la delegación seguía varada y sin autorización para despegar. El vuelo tenía previsto aterrizar en La Paz alrededor de las 5:00 a.m., y su cancelación alteró completamente la planificación del equipo, que tenía programado entrenar esa misma tarde con miras al crucial encuentro frente a Chile el próximo martes en El Alto.
Periodistas que acompañan al equipo también reportaron la confusión y el malestar desde el lugar: “No sabemos qué pasa, estamos volviendo al hotel”, informaron a la 1:42 a.m.
La situación no solo generó indignación en la delegación deportiva, sino que también activó reclamos desde el ámbito político boliviano. Autoridades y dirigentes pidieron explicaciones y demandaron la intervención inmediata del Gobierno nacional frente a lo que consideran un nuevo atropello por parte del régimen de Maduro.
Este incidente se suma a una serie de irregularidades vividas por Bolivia en esta fecha FIFA. Días antes, Venezuela ya había modificado de manera unilateral la fecha del partido, que originalmente debía jugarse el jueves y fue reprogramado a último momento para el viernes, un cambio que impactó en la logística del equipo boliviano.
En lo deportivo, Bolivia sufrió una derrota por 2-0 ante la Vinotinto en el estadio Monumental de Maturín. Un error defensivo le permitió a Venezuela abrir el marcador tempranamente, y Salomón Rondón amplió la ventaja antes de la media hora. El conjunto local dominó ampliamente el encuentro, con el apoyo de su afición, mientras que Bolivia apenas generó peligro en el área rival.
Con este resultado, Venezuela se afianza en el séptimo lugar de la tabla con 18 puntos, posición que otorga el cupo al repechaje rumbo al Mundial. Bolivia, en cambio, acumula ocho partidos sin ganar y se aleja cada vez más del sueño de volver a una Copa del Mundo tras más de tres décadas.
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