Etna, el volcán más activo de Europa y situado en la isla italiana de Sicilia, ha vuelto a despertar. La erupción, registrada durante la madrugada del domingo, se produjo con potentes explosiones, una densa columna de humo y una colada de material piroclástico que descendió por su ladera sureste.
A pesar del espectáculo natural, las autoridades han asegurado que no existe riesgo para la población. El flujo de material volcánico no ha superado los 2.800 metros de altitud ni ha rebasado el conocido Valle del León, una zona frecuentada por excursionistas en sus ascensos al coloso siciliano.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) monitorea de cerca la situación. En su último boletín, confirmó mediante cámaras térmicas la presencia de flujos piroclásticos, lava y gases moviéndose a ras del suelo. Según los expertos, el fenómeno se habría originado por el colapso parcial del cráter sureste del volcán.
La primera señal de actividad fue registrada a las 02:39 horas locales (00:39 GMT), cuando el INGV reportó una «repentina variación de los parámetros» a gran altitud. La erupción fue visible desde la ciudad de Catania, al pie del volcán, donde el aeropuerto permanece operativo.
El presidente de Sicilia, Renato Schifani, transmitió tranquilidad: “Por el momento no hay indicios de peligro para la población”, afirmó, en base a los reportes de la Protección Civil. No obstante, el jefe regional de este organismo, Salvo Cocina, pidió máxima precaución a los excursionistas y recomendó evitar las zonas altas del Etna “hasta nuevo aviso”, dada la posible evolución del fenómeno.
Italia, aunque conocida por el Etna y el Vesubio, cuenta con una actividad volcánica mucho más amplia. Según el INGV, existen unos 70 volcanes en el país, la mayoría submarinos, que se extienden desde la Toscana hasta el Canal de Sicilia.
Precisamente en esta región, en agosto de 2023, se anunció el hallazgo de tres nuevos volcanes submarinos cerca de las costas sicilianas. Con este descubrimiento, ya se contabilizan unos quince en el canal que separa Sicilia del norte de África.
“En 2019 identificamos seis volcanes. Sumando los tres nuevos y los ya catalogados, hablamos de una quincena en total”, explicó Emanuele Lodolo, geofísico del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental (OGS). Estos últimos se encuentran a profundidades de entre 100 y 400 metros, y el más cercano está a apenas 7 kilómetros de la costa suroeste siciliana.
Por ahora, los científicos no pueden determinar si estos volcanes representan una amenaza. “Como con los terremotos, no podemos hacer predicciones. Lo esencial es mantener una vigilancia constante”, subrayó Lodolo.
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