Contar con hardware de última generación se ha convertido en una necesidad crucial, no solo para entusiastas del gaming, sino también para empresas de todos los tamaños que requieren equipos potentes y actualizados para aprovechar las tecnologías más avanzadas. Sin embargo, en China, este tipo de componentes ha sido escaso debido a las restricciones impuestas por Estados Unidos. Frente a este escenario, el gigante asiático ha optado por desarrollar sus propias soluciones tecnológicas, y su avance más reciente es una tarjeta gráfica que promete un rendimiento comparable al de la NVIDIA RTX 4060.
En los últimos años, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han escalado con sanciones, restricciones y aranceles mutuos. Este conflicto ha impulsado a China a buscar la autosuficiencia tecnológica, invirtiendo fuertemente en su industria de semiconductores. Ya se habían registrado importantes progresos en el desarrollo de procesadores —como los chips de Huawei o las propuestas en inteligencia artificial de DeepSeek—, y ahora el país sorprende con su primera GPU de fabricación local con arquitectura propia.
La nueva tarjeta gráfica proviene de Lisuan Technology, una firma emergente que asegura haber desarrollado, desde cero y dentro del país, una GPU basada en una arquitectura bautizada como TrueGPU. El modelo, denominado G100, ya ha sido encendido con éxito y se posiciona como un competidor directo de la RTX 4060 en términos de rendimiento.
Lo más llamativo es que se trata de un chip de 6 nanómetros, un nodo de fabricación avanzado que, hasta ahora, estaba prácticamente restringido a gigantes como TSMC y Samsung, ambos inalcanzables para China debido a las sanciones estadounidenses. Aunque la compañía no ha revelado todos los detalles técnicos, se especula que el fabricante detrás del chip podría ser SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation), la fundición china que también produce el chip Ascend 920 AI de Huawei.
Aunque la información es limitada, los primeros informes apuntan a que la G100 cuenta con una generosa capacidad de memoria y un consumo energético contenido. Además, sería compatible con las API gráficas más utilizadas, como DirectX 12, Vulkan 1.3, OpenGL 4.6 y 3.0, lo que sugiere una clara orientación hacia el mercado de videojuegos. Esto cobra aún más sentido considerando que las GPU de alto rendimiento de NVIDIA y AMD están prohibidas en el mercado chino por las restricciones actuales.
De momento, el modelo se encuentra en fase de pruebas, por lo que podría pasar un tiempo antes de que se conozcan más detalles o se vea en acción en el mercado. Sin embargo, el simple hecho de haber logrado encender el chip representa un paso significativo hacia la autonomía tecnológica de China, aunque aún quedan por delante desafíos como la optimización del software y el desarrollo de un ecosistema completo.
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