Las empresas europeas están ajustando sus estrategias en China, reduciendo costos y frenando sus planes de inversión en respuesta a una economía en desaceleración y a una competencia cada vez más agresiva que presiona los precios a la baja. Así lo revela la Encuesta de Confianza Empresarial 2025, publicada este miércoles por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.
El panorama refleja un escenario más amplio de dificultades para la segunda mayor economía del mundo, lastrada por una prolongada crisis en el sector inmobiliario que ha golpeado el gasto de los consumidores y ha encendido las alarmas en Bruselas y Washington ante el auge de las exportaciones chinas.
«La situación se ha deteriorado en muchos indicadores clave», advirtió la Cámara en la presentación del informe, que recoge las impresiones de cerca de 500 empresas europeas encuestadas entre enero y febrero.
Según el estudio, el impulso exportador chino ha venido acompañado de un enfriamiento del mercado interno. Empresas locales, respaldadas por generosos subsidios estatales, han volcado inversiones en sectores estratégicos como el de los vehículos eléctricos, generando una sobrecapacidad productiva que supera con creces la demanda doméstica.
El resultado ha sido una feroz guerra de precios que erosiona los márgenes de ganancia y obliga a las compañías a buscar nuevos mercados en el exterior, lo que ha encendido las alarmas en Europa. En 2024, la Unión Europea impuso aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China, alegando prácticas de competencia desleal por parte de Pekín.
«Existe una percepción creciente de que los beneficios de la relación comercial y de inversión bilateral no se reparten de manera equitativa», afirmó Jens Eskelund, presidente de la Cámara Europea en China, en declaraciones a la prensa a principios de esta semana.
Aunque reconoció los esfuerzos del gobierno chino por estimular el consumo, Eskelund subrayó que las autoridades también deben garantizar que el crecimiento de la oferta no siga superando al de la demanda.
La encuesta muestra que las presiones sobre las ganancias empresariales se intensificaron durante el último año y que la confianza del sector privado aún no ha tocado fondo.
Leave a comment