El Tesla Cybertruck, una de las apuestas más ambiciosas de Elon Musk, no está teniendo el debut que muchos esperaban. Tras meses de expectativa y titulares, el futurista vehículo eléctrico se ha visto envuelto en varios contratiempos que están empañando su reputación.
El primer gran revés llegó en marzo, cuando se detectó un fallo en el adhesivo utilizado para fijar la moldura metálica exterior del vehículo. Varios propietarios denunciaron que dicha moldura se despegaba y sobresalía de la carrocería, llegando incluso a ondear con el viento mientras conducían. Ante la oleada de quejas, Tesla se vio obligada a retirar más de 46.000 unidades para reemplazar el adhesivo defectuoso por soluciones más seguras, como remaches y soldaduras.
Aunque este problema ya estaría en vías de solución, los dolores de cabeza no cesan para la compañía. Según el portal especializado Jalopnik, algunos usuarios han reportado un desgaste inusualmente rápido de los neumáticos, que llegan a deteriorarse después de apenas 10.000 kilómetros de uso. El foro indica que, en algunos casos, las ruedas literalmente «se destrozan» antes de alcanzar los 11.240 km.
El problema podría deberse a múltiples factores. Los neumáticos del Cybertruck —unos Goodyear de dimensiones 285/65R20— están diseñados para maximizar el agarre y la tracción, lo que los hace más vulnerables al desgaste en carretera. A esto se suma el peso del vehículo, que supera los 3.000 kilos, y su elevado par motor, lo que puede ejercer una presión adicional sobre las ruedas, especialmente si el estilo de conducción es agresivo.
El coste de reemplazar una de estas ruedas no es menor: cerca de 500 dólares por unidad (más de 430 euros al cambio). Si bien existen alternativas más económicas y de mayor durabilidad, los neumáticos originales cuentan con un diseño específico para integrar los tapacubos aerodinámicos que caracterizan al modelo y refuerzan su estética robusta.
Jalopnik también lanza una crítica a la filosofía de desarrollo de Tesla, señalando que la marca no sigue los patrones tradicionales de la industria automotriz. “Tesla no es una compañía convencional donde los cambios de diseño se anuncian con claridad y ocurren en ciclos previsibles. La empresa es conocida por hacer modificaciones técnicas sobre la marcha, sin previo aviso”, afirman desde el medio.
En definitiva, lo que prometía ser un símbolo de innovación se está convirtiendo en una fuente constante de controversias. El tiempo dirá si Tesla logra superar estos obstáculos o si el Cybertruck terminará siendo recordado más por sus problemas que por su potencial.
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