Lo que debía ser una jornada de alegría y festejo por el campeonato de la Premier League conquistado por el Liverpool FC terminó en tragedia el lunes por la tarde, cuando un vehículo embistió a una multitud de aficionados durante el desfile de celebración en el centro de la ciudad.
Según confirmó la Policía de Merseyside, un hombre británico de 53 años fue arrestado tras el incidente, aunque las autoridades descartaron que se tratara de un atentado terrorista.
El balance provisional es alarmante: 27 personas, incluidos cuatro niños, fueron trasladadas a hospitales locales, dos de ellas con heridas de gravedad. Otras 20 víctimas recibieron atención médica en el lugar de los hechos.
Testigos describieron escenas caóticas y angustiosas. Según varios relatos, el conductor aceleró repentinamente y atravesó la muchedumbre que se agolpaba sobre el recorrido del autobús descapotable del equipo, atropellando a decenas de personas. Tras una breve detención, y cuando la multitud intentaba confrontarlo y romper los vidrios del coche, el vehículo volvió a acelerar, embistiendo a más espectadores.
“Fue extremadamente rápido. Solo escuchamos el pop, pop, pop de los cuerpos golpeando el capó”, contó Harry Rashid, quien presenció la escena junto a su esposa y sus dos hijas pequeñas. “Mi hija comenzó a gritar. Había gente inconsciente en el suelo. Fue horrendo, simplemente horrendo”, agregó.
Videos difundidos en redes sociales mostraron imágenes impactantes: cuerpos tendidos en el asfalto, gritos de desesperación y ciudadanos intentando detener al conductor.
El Servicio de Ambulancias del Noroeste respondió con celeridad, desplegando helicópteros y numerosas unidades de emergencia. “Nuestra prioridad es asegurar que las víctimas reciban atención médica lo antes posible”, señaló un portavoz del organismo.
El incidente ocurrió hacia el final del desfile que reunió a miles de seguidores en las calles de Liverpool para homenajear a sus ídolos, entre ellos el egipcio Mohamed Salah y el neerlandés Virgil van Dijk, quienes recorrieron más de 16 kilómetros en medio de bengalas, humo rojo y cánticos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, expresó su consternación a través de la red social X. “Escenas espantosas en Liverpool. Mis pensamientos están con todos los heridos y sus familias. Agradezco a la policía y a los servicios de emergencia por su rápida respuesta. Es vital dejarles espacio para que lleven adelante su investigación”, escribió.
El club Liverpool FC también emitió un comunicado manifestando su preocupación por lo sucedido. “Estamos en contacto directo con la Policía de Merseyside respecto al incidente ocurrido en Water Street. Nuestros pensamientos están con los afectados. Continuaremos colaborando con las autoridades y servicios de emergencia”, publicaron en sus redes oficiales.
Aunque las autoridades insisten en que el hecho no se investiga como un acto terrorista, indicaron que se están realizando investigaciones exhaustivas y que colaboran con la Policía Antiterrorista del Noroeste para esclarecer lo ocurrido. La policía ha pedido evitar especulaciones hasta tanto se conozcan detalles oficiales.
Lo que comenzó como un día histórico y festivo para el Liverpool FC y sus hinchas terminó tiñéndose de tragedia, dejando heridas abiertas en una comunidad que esperaba celebrar un logro deportivo, no llorar una catástrofe.
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