Xiaomi ha presentado oficialmente su nuevo procesador: el XRING 01, un chip que marca un antes y un después en la historia de la compañía china. Aunque representa un hito tecnológico para China, no ha sido fabricado dentro de sus fronteras. Detrás de esta potente pieza de ingeniería está TSMC, el gigante taiwanés responsable también de los chips de Qualcomm y MediaTek.
Los primeros dispositivos en integrar este procesador son el Xiaomi 15s Pro y la Xiaomi Tab 7 Ultra, dos productos que inauguran una nueva etapa para el fabricante, en la que busca competir de tú a tú con los grandes nombres del sector.
Desde su discreta incursión con el procesador Surge C1 en el Xiaomi Mi 5c, que pretendía rivalizar con la gama media de Qualcomm sin demasiado éxito, Xiaomi había permanecido al margen del desarrollo de chips propios. Ahora regresa con fuerza con el XRING 01, fabricado con el proceso de 3 nanómetros de segunda generación de TSMC —el mismo utilizado por el Snapdragon 8 Elite—, aunque con una arquitectura totalmente distinta.
El XRING 01 cuenta con una innovadora configuración de diez núcleos:
- Un clúster principal con dos núcleos X925 a 3.9 GHz,
- Un segundo bloque de cuatro núcleos A725 a 3.4 GHz,
- Otro con dos núcleos A725 a 1.9 GHz,
- Y finalmente, dos núcleos A520 a 1.8 GHz para tareas de bajo consumo.
La GPU corre a cargo de la Immortalis G925, presentada por ARM a finales de 2024, lo que garantiza un alto rendimiento gráfico.
Xiaomi asegura que este chip supera incluso al Apple A18 Pro, no solo en potencia bruta, sino también en eficiencia térmica, especialmente en el entorno del Xiaomi 15s Pro. En pruebas de rendimiento como AnTuTu, el XRING 01 habría superado los 3 millones de puntos, colocándose ligeramente por encima del Snapdragon 8 Elite.
Con este lanzamiento, Xiaomi entra de lleno en la pugna contra Qualcomm, MediaTek y Apple, los tres titanes del mundo de los semiconductores. Resta por ver si los resultados en pruebas se traducen en una experiencia superior en el día a día y si esta nueva apuesta por la producción de procesadores propios logra consolidarse más allá del mercado chino.
Eso sí, este movimiento no implica un divorcio con Qualcomm. Xiaomi ha renovado recientemente un acuerdo multianual con la firma estadounidense para seguir utilizando sus chips y mantener su estatus como socio preferente.
Más allá de los móviles, Xiaomi quiere dejar claro que su ambición va mucho más allá: aspira a liderar sectores clave como el coche eléctrico y el hogar inteligente, reafirmando su evolución de fabricante de smartphones a potencia tecnológica global.
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