La inteligencia militar ucraniana (GUR) alertó este domingo sobre los planes de Rusia para realizar el lanzamiento de un misil balístico intercontinental RS-24 Yars en un ejercicio de “entrenamiento y combate”, con el objetivo de enviar un mensaje intimidante a Ucrania y a sus aliados en Occidente.
Según el GUR, el lanzamiento, previsto para la noche del 19 de mayo, partiría desde una base móvil terrestre operada por el 433º Regimiento de la 42ª División del 31º Ejército de las Fuerzas de Misiles Estratégicos rusas, en las inmediaciones del pueblo de Svobodny, en la región de Sverdlovsk, en los Urales. El proyectil llevaría una carga de entrenamiento.
“Con este movimiento, Moscú busca presionar abiertamente a Ucrania, así como a los Estados miembros de la Unión Europea y la OTAN”, indicó la agencia ucraniana en su canal oficial de Telegram.
En respuesta, el portavoz de la Unión Europea, Anouar El Anouni, condenó la escalada militar rusa. “Rusia intenta bombardear a Ucrania hasta la sumisión. No lo conseguirá”, aseguró a través de un mensaje publicado en redes sociales.
El representante europeo también denunció que la pasada noche Rusia llevó a cabo el mayor ataque con drones desde el inicio de la invasión a gran escala, causando víctimas civiles. “El alto el fuego total e incondicional es crucial. Seguimos aumentando la presión sobre Rusia, incluso con nuevas sanciones”, añadió.
Los ministros de Exteriores de la UE prevén aprobar próximamente un nuevo paquete de sanciones —el decimoséptimo desde el inicio de la guerra— y ya se trabaja en un décimo octavo conjunto de medidas punitivas contra Moscú.
Durante la ofensiva nocturna, las Fuerzas Armadas rusas atacaron tres regiones ucranianas —Kiev, Dnipropetrovsk y Donetsk— utilizando un número récord de 273 drones suicidas de fabricación iraní Shahed, así como vehículos aéreos no tripulados de imitación, según reportó la Fuerza Aérea de Ucrania en su parte matutino.
Las defensas antiaéreas ucranianas, apoyadas por unidades de guerra electrónica y equipos de respuesta móvil, lograron derribar 88 drones, además de neutralizar 128 aparatos de imitación utilizados para saturar y engañar los sistemas de defensa. En la región de Kiev, al menos una persona perdió la vida y otras tres resultaron heridas.
El anterior récord de ataques con drones databa del 23 de febrero, cuando se contabilizaron 267 vehículos no tripulados rusos sobre territorio ucraniano, según el diario Ukrainska Pravda.
En paralelo, Ucrania y Rusia han reanudado contactos diplomáticos con la celebración en Estambul de las primeras negociaciones directas desde 2022, en un intento por alcanzar un alto el fuego.
Desde Estados Unidos, el expresidente Donald Trump anunció que este lunes mantendrá conversaciones telefónicas con los presidentes Vladímir Putin y Volodímir Zelenski. “Es hora de frenar el baño de sangre”, escribió en la red Truth Social.
El Vaticano, por su parte, continúa ejerciendo un papel mediador. Durante el funeral del papa Francisco, celebrado el pasado 26 de abril, facilitó un encuentro informal en la Basílica de San Pedro entre Trump y Zelenski, que permitió rebajar la tensión tras su agria reunión de febrero en la Casa Blanca.
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