Estados Unidos ya no es visto como un destino tan acogedor por muchos viajeros internacionales. Así lo advierte el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), que estima que esta percepción negativa podría costarle al país unos 12.500 millones de dólares en ingresos por turismo extranjero este año.
Según el más reciente informe de impacto económico del WTTC, publicado este martes, el gasto de visitantes internacionales en EE. UU. caerá a menos de 169.000 millones de dólares en 2025, frente a los 181.000 millones registrados en 2024. Esto representa una caída del 22,5 % respecto al pico alcanzado en 2019, cuando el país recaudó 217.400 millones por este concepto.
El informe atribuye esta tendencia a un clima hostil hacia los visitantes foráneos, alimentado por políticas migratorias restrictivas, aranceles elevados y un discurso político disuasorio durante el gobierno de Donald Trump. Muchos viajeros afirman sentirse inseguros o no bienvenidos, lo que los lleva a elegir otros destinos.
“La fortaleza del dólar ha encarecido el viaje a Estados Unidos, pero el verdadero problema es el sentimiento de rechazo que han generado detenciones arbitrarias y exigencias excesivas”, explicó Julia Simpson, presidenta y directora ejecutiva del WTTC. Agregó que incluso países vecinos como Canadá y México han reducido significativamente sus visitas.
“Hay miedo respecto a los visados, a no tener los documentos correctos o a ser detenidos por error. Eso disuade a la gente de venir”, señaló Simpson.
De hecho, Estados Unidos es la única de las 184 economías analizadas por el WTTC y la consultora Oxford Economics que verá una disminución de visitantes internacionales en 2025. Mientras países como China relajan sus requisitos de entrada para impulsar el turismo, EE. UU. endurece controles y limita el acceso en sus fronteras.
“Mientras otros países extienden la alfombra roja, Estados Unidos parece colgar el cartel de ‘cerrado’”, criticó Simpson. Sin embargo, expresó su confianza en que Trump, con experiencia en el sector hotelero, comprenda que los turistas solo quieren disfrutar del país y regresar a casa. “No vienen a quedarse”, dijo.
A pesar de este escenario, EE. UU. conserva el mayor mercado de viajes del mundo, con un aporte de 2,36 billones de dólares a su economía en 2024. Pero el 90 % de ese gasto provino del turismo interno. Para el WTTC, desaprovechar el potencial del turismo internacional es una oportunidad perdida, especialmente cuando cada visitante extranjero gasta en promedio 4.000 dólares por viaje, ocho veces más que un turista nacional.
En 2024, llegaron al país 72,4 millones de viajeros internacionales, siete millones menos que en 2019. La caída se ha acentuado en lo que va de año, con fuertes descensos desde mercados clave como Canadá, Reino Unido y Corea del Sur, según datos del Departamento de Comercio.
Aunque parte de esta baja puede explicarse por el retraso en la temporada de Semana Santa —que usualmente marca un repunte del turismo desde Europa Occidental—, muchas empresas del sector han ajustado sus expectativas para el verano ante la tendencia descendente.
“Si no se toman medidas urgentes para recuperar la confianza de los viajeros extranjeros, Estados Unidos podría tardar años en regresar a los niveles de gasto turístico previos a la pandemia”, advirtió Simpson.
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