Ucrania acusó este jueves a Rusia de bombardear la región nororiental de Sumi, en plena vigencia de una tregua unilateral de tres días anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, con motivo del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La supuesta pausa en los combates, presentada como un gesto humanitario por Moscú, coincidió con las conmemoraciones del 9 de mayo en Rusia, una fecha clave en el relato patriótico del Kremlin. En Moscú se reúnen una treintena de líderes internacionales, entre ellos el presidente chino Xi Jinping y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, para participar en el desfile militar en la Plaza Roja.
Sin embargo, desde Kiev denuncian que la tregua es una “farsa”. “Durante la noche, la aviación táctica enemiga lanzó bombas aéreas guiadas sobre la región de Sumi”, informó la Fuerza Aérea ucraniana. El ministro de Exteriores, Andrii Sybiha, aseguró que las tropas rusas ya habían violado el alto el fuego al menos 734 veces desde que entró en vigor a medianoche.
Una de las bombas cayó en una zona residencial cerca de Bilopilia, localidad fronteriza con la región rusa de Kursk, según los servicios de emergencia ucranianos.
Andrii Kovalenko, jefe del centro encargado de combatir la desinformación, también acusó a Moscú de incumplir la tregua. Ucrania nunca aceptó formalmente esta pausa en los combates y, en su lugar, propuso un cese al fuego de 30 días, que considera una vía más seria hacia la paz.
Horas antes del inicio del alto el fuego, ambos países intercambiaron ataques aéreos. Dos personas murieron en Ucrania y la amenaza de drones obligó al cierre de aeropuertos en Moscú y otras ciudades. El aeropuerto de Nizhni Nóvgorod interrumpió operaciones por una hora y media para “garantizar la seguridad de los vuelos civiles”, según la Agencia Federal de Transporte Aéreo rusa.
En su discurso vespertino del miércoles, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky reiteró su propuesta de un alto el fuego prolongado. “No retiramos esta propuesta, que podría abrir una oportunidad para la diplomacia. Pero el mundo no ve ninguna respuesta de Rusia”, lamentó.
Putin había anunciado la tregua el mes pasado tras semanas de presión del presidente estadounidense Donald Trump, quien aboga por una solución al conflicto que ya supera los tres años. El líder ruso ya había rechazado en marzo una propuesta conjunta de EE. UU. y Ucrania para un alto el fuego incondicional, y desde entonces solo ha ofrecido gestos limitados a los intentos de paz.
Desde Kiev aseguran que no hay confianza en la voluntad de Moscú para respetar esta nueva tregua, recordando también las múltiples violaciones cometidas durante un cese de hostilidades de 30 horas decretado por Putin en la pasada Pascua ortodoxa.
Mientras tanto, continúan los ataques. Según las fuerzas aéreas ucranianas, Rusia lanzó el miércoles cinco misiles balísticos y 187 drones. Al menos dos misiles y 81 drones fueron interceptados. En Kiev, una madre y su hijo murieron, y otras siete personas resultaron heridas, entre ellas cuatro niños.
Zelensky también reportó ataques en las regiones de Zaporiyia, Donetsk, Zhitómir, Jersón y Dnipró. Tras esta nueva oleada, pidió “una presión aún mayor y sanciones más severas” contra Moscú, convencido de que solo así se abrirá un camino hacia la diplomacia.
Por su parte, el vicepresidente de EE. UU., JD Vance, instó a retomar negociaciones directas entre Kiev y Moscú, tras casi tres meses de diálogos indirectos impulsados por Washington que no han dado resultados.
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